sábado, 23 de agosto de 2014

CAPÍTULO 8

   <Estaba en el instituto, camino del hospital. Llegué al hospital. Estuve allí. Bien. Me fui a casa y me llamó mi madre diciendo que fuera al hospital. Llegué y encontré a los médicos hablando con mis padres. Mi madre estaba llorando.>
   <-¿Qué ocurre, mamá?-dije>
   <Mi madre me vio, dijo mi nombre y me abrazó.>
   <-¿Qué ha pasado?-pregunté.>
   <-Helena, tenemos que hablar-dijo mi padre que se acercaba.>
   <Nos sentamos en tres butacas de la sala de espera. Yo en el centro, mi madre a la derecha y mi padre a la izquierda. Comenzó mi padre diciendo:>
   <-Helena, no queremos que te enfades con nadie, porque son cosas que pasan.>
   <-¿Qué estas insinuando, papá?>
   <-Helena, Tommy ha sufrido una muerte cerebral.>
   <Me quedé estupefacta. ¿Mi hermano pequeño había muerto? ¿Había perdido otro hermano? No lo podía entender. Rompí a llorar junto con mi madre.>
   Al día siguiente no pude ir al instituto. No me lo creía. Cada noche, le preguntaba a Dios por qué se le había llevado. Leonor vino a mi casa y le conté lo de la muerte de mi hermano. Me consoló. El día que, al fin, pude ir al instituto, se lo conté a los chicos y, también, me dieron ánimos.

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