viernes, 15 de agosto de 2014

CAPÍTULO 2

   Todo estaba vacío pero era muy grande. Tommy estaba corriendo y derrapando por la casa. Entonces, de repente, dejé de oír el ruido de sus zapatillas derrapando en el suelo. Fui en su busca.
   -¡TOMMY!- dije- ¡TOMMY! ¡Tommy!, ¡¿dónde estás!?
   Entré por un pasillo y, al final, vi a Tommy delante de unas escaleras.
   -¿Qué haces?- le pregunté.
   -Admirando las escaleras. ¿Es que no me ves?- me respondió Tommy.
   -No soy tonta, Tommy. Dime la verdad.
   -Estoy imaginando lo que hay arriba, tonta- dijo Tommy con tono de burla.
   -Oye, sin insultar- dije yo.

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